Este lugar me queda perfecto. Tienen wi-fi, aire acondicionado y te reciben con una bebida caliente. Recuerdo que en mi primera visita, me dieron un café muy agradable. El personal siempre es amable y atento. ¡Volveré para la Pascua!

La ubicación es excelente, cerca de paradas de autobús y restaurantes. La habitación era espaciosa y muy limpia, lo que nos permitió estar cómodos. Solo noté que el baño no estaba cerca, lo que fue un pequeño inconveniente por la noche. Sin embargo, el desayuno fue delicioso, con un gran surtido.

El personal fue muy amable, tratando de ayudar en todo momento.

Cuando llegamos, la cama del sofá estaba sin montar y no sabíamos cómo hacerlo. Tuvimos que calzar una de las camas porque cojeaba y hacía ruido. El desayuno fue desorganizado, había mucha gente y solo contaban con dos empleados, lo que provocó que tuviéramos que esperar mucho tiempo.

Mi estancia fue maravillosa. Las habitaciones eran amplias y llenas de encanto, con techos de vigas de madera y una decoración que respetaba la historia del lugar. El desayuno era delicioso, con pan fresco y embutidos de alta calidad. Además, la ubicación es ideal, a tan solo 20 minutos a pie de la Città Alta, lo que me permitió explorar la ciudad sin complicaciones. El personal fue muy amable y siempre dispuesto a ayudar.

Tuve que bajar por una escalera de caracol para llegar al baño, lo que no era muy cómodo.

Qué delicia el desayuno! Pan fresco y embutidos de primera, servido en un comedor que te hace sentir como en casa. La habitación era espaciosa, decorada con elegancia y con esas vigas de madera que enamoran. Además, a solo 20 minutos a pie de la Città Alta, ideal para explorar la ciudad.

La falta de un baño cercano a la habitación fue un pequeño inconveniente, ya que había que bajar por una escalera de caracol en medio de la noche. Pero, al final, cada montón de belleza lo compensa.

hermoso, hermoso, hermoso

Tuve una experiencia increíble en este lugar. Las habitaciones son amplias y tienen un encanto auténtico, con techos de vigas de madera que te transportan a Italia. Además, el desayuno fue espectacular, con pan y embutidos de muy buena calidad, servido en un comedor acogedor.

lo recomiendo encarecidamente ❤️❤️

Todo perfecto, cumple con las expectativas. La ducha en el baño era moderna y el ambiente te hacía sentir en un castillo medieval.

Encanto de un lugar antiguo

Estar en un edificio del siglo XVI fue un viaje en el tiempo. La atención del personal fue excepcional, siempre listos para recomendar lugares donde comer y visitar. Despertar con el aroma del pan recién horneado fue un lujo.

Aunque la ubicación era buena, a veces había que caminar bastante hasta la Città Alta, lo que podría ser un poco incómodo después de un largo día explorando Bergamo.

El lugar destila encanto con su decoración auténtica y habitaciones bien equipadas. La ubicación es ideal, cerca de pequeños comercios y restaurantes. Sin embargo, el desayuno fue un tanto lento y el área donde se sirve es algo reducida. Aun así, es un buen spot para disfrutar Bergamo.

El desayuno se sirve a la carta, lo que permite solicitar platos personalizados. También, la ubicación cercana a las paradas de autobús facilita los traslados.

Habitación espaciosa, buen desayuno y personal amable. Wi-fi un poco lento.

La habitación era espaciosa y muy limpia, con techos de vigas de madera que le daban un encanto especial. El desayuno era una delicia, con una variedad de productos frescos que me hicieron sentir como en casa. Además, contaba con aire acondicionado, lo que fue un gran alivio en los días calurosos.

Baño algo distante.

La habitación era grande y tenía una decoración auténtica con techos de vigas de madera, ¡me encantó! Tenía aire acondicionado y estaba muy limpia. Aunque no llegamos a usar la cocina, parecía útil. Lo único que no me gustó fue un poco de ruido, pero la zona era calmada en general. En cuanto al baño, todo estaba en buen estado y cómodo. Ah, ¡y el desayuno fue sabroso!

volvería

El hotel es precioso, con habitaciones amplias y mucha limpieza. Tenía aire acondicionado, un baño cómodo y una decoración encantadora. El desayuno era buenísimo, con opciones personalizadas. La dueña fue súper amable y nos recomendó un gran restaurante a la vuelta. Genial para familias y solo a 30 minutos a pie del Duomo.